La fragilidad de las personas mayores es multidimensional, heterogénea y desigual.

Tener en cuenta la fragilidad de las personas no es simplemente un objeto de estudio.

Se han desarrollado diversas herramientas en diferentes campos del conocimiento para ayudar a medir, monitorizar y evaluar este fenómeno desde diferentes perspectivas.

Los factores ambientales y los determinantes sociales influyen en la experiencia de la fragilidad y, por lo tanto, deben tenerse en cuenta en la comprensión del fenómeno.

Las personas somos un grupo heterogéneo, y lo mismo se aplica a las personas mayores. Nuestras situaciones de riesgo, al igual que nuestro bienestar, son procesos y situaciones dinámicas, multidimensionales y heterogéneas.

En la Universidad Pública de Navarra venimos trabajando en cómo los diferentes factores de inclusión y exclusión pueden ayudar a identificar las situaciones de riesgo de las personas en las diferentes etapas de su vida y, en particular, en el proceso de envejecimiento.

Ello requiere la utilización de diferentes herramientas y enfoques analíticos, el trabajo multidisciplinar y la búsqueda de un enfoque transversal entre los diferentes factores de desigualdad de género, territoriales, sociales, económicos o de otro tipo.

En definitiva, la complejidad de su estudio requiere la suma de diferentes enfoques y herramientas que se adapten a la realidad diversa que debemos abordar.


Socio: Universidad Publica de Navarra – Lucía Martínez Virto et Víctor Sanchez Salmerón.

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